Descripción
La radiografía es una técnica de diagnóstico por la imagen que consiste en someter una parte del cuerpo (tórax, abdomen, brazo, pierna…) a la acción de los rayos X para obtener una imagen en una placa fotográfica.
Esta técnica nos permite identificar y/o descartar quistes, tumores, aumentos o disminución de tamaño de los órganos, fracturas óseas e infecciones, de entre muchas otras patologías.
A partir de la radiografía, y teniendo en cuenta los síntomas y signos que presenta el paciente, el médico puede realizar el diagnóstico de la enfermedad o problema de salud. En algunos casos, la radiografía es el primer paso antes de indicar otras pruebas diagnósticas de mayor coste, riesgo o dificultad, ya que permite o bien realizar el diagnóstico, o descartar otras causas.
Cada tipo de tejido del organismo deja pasar cantidades diferentes de radiación, por lo que la placa se impresiona con más o menos intensidad en cada zona, según el tejido que tiene delante, permitiéndonos así obtener una imagen de los órganos (corazón, pulmones, riñones, tubo digestivo, etc.) y tejidos (huesos, quistes, masas de tejido, etc.).
Cuando se va a realizar una radiografía, es imprescindible eliminar cualquier objeto metálico de la zona a radiografiar. El paciente debe de desnudar la zona anatómica a radiografiar y quitarse las joyas, colgantes, piercing u otros objetos metálicos que pueda llevar.
En general, es necesario hacer distintas proyecciones (de frente, de perfil, oblicuas…) de la zona anatómica a estudiar que aportan información complementaria. No es necesario que pidas hora, hacemos radiografías desde las 8.30 hasta las 9 de la noche.
Asistencia profesional
Nuestros profesionales te indicarán en cada momento cómo debes colocarte, es importante que te mantengas en la misma posición mientras se toman las radiografías. Una vez realizadas, y antes de vestirte, el técnico en radiología revela las placas, las revisa para comprobar que están bien (que no están veladas, movidas o que puedan llevar a error) y que no es necesario repetirlas.
Esta técnica está sometida a rigurosos controles, tanto de los equipos médicos, como de las técnicas de realización, que buscan reducir el tiempo de exposición, la cantidad de radiación, y la utilización del tipo de radiación de menor riesgo.
Sin embargo, la exposición a los rayos X tiene riesgo, por lo que sólo deben de realizarse las radiografías cuando es necesario, y evitar su repetición no justificada. Este riesgo es mayor para las mujeres embarazadas y niños, y deben evitarse en la medida de lo posible, sustituyendo el estudio radiológico por otras pruebas de diagnóstico por la imagen más inocuas (ecografías o RM).