La salud emocional (y, en general, la salud mental) es un concepto amplio relacionado con la forma en que nos sentimos, pensamos o actuamos en nuestro día a día.
Una buena salud emocional implica un estado de bienestar psicológico en el que el individuo se siente bien, puede desarrollar sus capacidades, afrontar las situaciones cotidianas de estrés sin hundirse, tener relaciones satisfactorias o trabajar de forma eficiente. Se relaciona, pues, con aspectos como estar motivado y tener energía, seguridad y autoconfianza, o tranquilidad y autocontrol, entre otros.